Puede tener varias generaciones anuales, dependiendo de la climatología de la zona. La época fría la suelen pasar en el suelo en forma de pupa y en las zonas de clima suave puede tener hasta 7-8 generaciones.
En invierno aparecen hembras adultas de primera generación que atacan a naranjas y clementinas, buscando las ramas más soleadas. Los frutos maduros son más susceptibles. Todos los cítricos están expuestos a su ataque, pero el espesor y textura de la piel, así como la densidad de las glándulas de aceites esenciales juegan un papel fundamental en la inmunidad de éstos, como es el caso del limón.
Depositan la puesta en grupos de 5 o 10 huevos. El número total de huevos por hembra puede ser de 300 a 400. Las larvas se alimentan de la pulpa entrando hacia el interior del fruto. Los frutos podridos se caen al suelo y la larva sale del interior pupando bajo tierra a una profundidad de 5-10 cm. En primavera aparece una segunda generación que pasa a los albaricoques. Al principio del verano hay una tercera generación sobre melocotones. En agosto y septiembre una cuarta y quinta sobre melocotones, peras, higos, caquis, uvas, y empiezan a picar a naranjas y mandarinas aún verdes.
Más tarde hay una sexta generación sobre frutas tardías, como naranjas y mandarinas, y si la temperatura es suave puede haber alguna generación más.